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Ventanas

Mi madre tiene las canas como algodón. 
Mi madre tiene sonrisa de homenaje. 
Mi madre me arma y deja que la asalte. 
Cuando viene a casa, 
mi madre asegura mis ventanas. 
Mi madre es tierna y es eterna. 
Mi madre tiene quinientas fobias delirantes. 
Mi madre ha llorado sin llorar. 
Cuando viene a casa, 
mi madre asegura mis ventanas. 
Mi madre es gris, como luces de puerto. 
Mi madre es milagro y pecado. 
Mi madre ya no puede más, pero si puede,
cuando viene a casa, 
mi madre asegura mis ventanas. 
Mi madre nunca fue libre, yo soy su libertad.
Mi madre es recatada, yo por ningún lugar. 
Mi madre será mi afán, yo seré esperanza cruda. 
Cuando viene a casa, 
mi madre asegura mis ventanas. 
Mi madre tiene un suave pecho dorado. 
Mi madre tiene espalda de bronce. 
Mi madre tiene un caminar de plata ley. 
Cuando viene a casa, 
mi madre asegura mis ventanas. 
Mi madre me perfuma y me aliña. 
Mi madre me ronca y me abraza. 
Mi madre me vive y me ama. 
Cuando viene a casa, 
mi madre asegura mis ventanas.
Mi madre me ha protegido, me ha parido. 
Mi madre no tiene par, ni en cincuenta años. 
Mi madre me ha protegido, me ha resucitado. 
Cuando viene a casa, 
mi madre asegura mis ventanas.

María José Peragallo Arias