Ya conoces todos los pasillos de esta estructura que es mi cuerpo.
Ya conoces las ventanas, el sótano, las bisagras, los guarda polvos.
Mi paredes sin pulir, mis baldosas talla 35.
Mi ante jardín suave y podado, mis piscinas y el sauna de 50 metros cuadrados que tengo abierto en el ombligo.
Te has sentado en el comedor de diario que tengo en los labios, y destapado el lava platos de mi lengua.
Conoces mi mármol remodelado y mi grifería.
Conoces mis cimientos y mis techos de barro.
Besas mis balcones de pezón oscuro y duermes sobre ellos de cuando en vez.
Has visto como cierro mis bodegas, por sus dos puertas que son mis orejas.
He visto como te hundes en mi dormitorio principal.
Regamos juntos el naranjo florecido que parlamenta en el fondo del patio de mis lentes.
Te has parado dentro del armario de mi columna y has guardado tus calcetines en los cajones de mis costillas.
Me has fotografiado también levantando mi huerta de macetero izquierdo mientras grito consignas pues es allí donde siembro.
Entonces dime compañero
¿Soy a caso un castillo pre fabricado, un apartamento en la peatonal o una chacra en la provincia?